El product placement es una técnica publicitaria audiovisual por la cual una compañía paga para que un producto suyo se vea durante el desarrollo de una producción audiovisual.
Todos recordamos a Chechu, de Médico de Familia, sacando cada vez de la caja su PlayStation, a la Juani dejando bien visible el dichoso brick de leche, etc.
Sin embargo, en ocasiones la belleza de un producto -a la cual se le suele asociar calidad- se ve recompensada apareciendo en una película, normalmente del lado de los "buenos de la peli".
Un ejemplo muy claro de este tipo es el caso Apple. Cuando se ven equipos informáticos en una secuencia, existen muchas posibilidades de que sean creaciones de la marca de la manzana. Gracias sobre todo a la genialidad de Joanathan Ive que, con su llegada a la compañía a principios de los '90, es el responsable de dotar a Apple ese halo mágico de diseño de todo lo que lanza al mercado.
Los que visitáis este blog con relativa frecuencia (el 50% según las estadísticas) sabréis lo mucho que disfruto del rigor periodístico que nos rodea últimamente.
La noticia-montaje de 20minutos es impactante. Lo malo es que pierde la gracia cuando, al ampliar la noticia, se dignan a advertir que la foto es de archivo, no de Mr. Gibson contemplando curioso como un niño el cadáver del albañil encontrado en su mansión.
La calidad informativa no acaba aquí. Según tenía entendido (hasta que decidí ampliar la noticia), los subtitulares eran para sintetizar los datos importantes que completaban lo anunciado en el titular. Pues no, ahora sirven para ofrecer datos que me interesan lo mismo que golpearme la cabeza repetidamente hasta quedar inconsciente (es decir, nunca. Dato para el otro 50% que me visita por primera vez).
Copio y pego los subtitulares:
# John Van Dyke había sido capataz en la construcción de decorados en Hollywood y ahora construía una casa para Mel Gibson.
(Vale, nombre y profesión, esto sí que completa la noticia)
# El constructor vivía acosado por las deudas y se colgó de la estructura de la vivienda, aún sin terminar.
(Aquí la cosa empeora. Es interesante conocer que tenía deudas, posible motivación para suicidarse pero... ¿que la vivienda está sin terminar?)
# Se había divorciado de una peluquera de Hollywood y tenía un hermano gemelo.
(No merece la pena que comente nada aquí)
En ocasiones, hay errores tan flagrantes que sabes que no se deben a ningún fallo técnico.
Hay ocasiones en que un diseño acertado o una buena idea surge una situación inesperada en el proceso creativo: ya sea un despiste o un error.
Con la llegada de la Ley Antitabaco (los que me conozcan en person saben lo mucho que aplaudo dicha ley y lo mucho que lamento su reiterado incumplimiento y la desidia del Gobierno valenciano en vigilar su debido cumplimiento) muchos locales decidieron directamente ofrecer su local como espacio para fumadores. Para ello debían advertirlo explícitamente con carteles en la entrada del local y en su interior.
De todos es sabido la capacidad que tienen los argentinos para transmitir ideas (no forman parte de los mejores creativos de publicidad del mundo por casualidad) y, hete aquí, me sorprendió ver la siguiente imagen en un bar ex-regentado por argentinos.
Sí, es un cartel de "se permite fumar". Y no, no es publicidad en sí misma. Aparentemente no tiene nada de especial pero, si echamos la vista atrás, podemos ver cómo está girado 90º, quedando posicionado verticalmente. Me dijeron que el dueño lo puso así deliberadamente para decir que se fumaba con la cabeza bien alta, con orgullo.
Detesto el humo del tabaco y me parece que fumar es un acto estúpido (nocivo para la salud y debes pagar por ello). Pero lo cortés no quita lo valiente, resulta una idea muy interesante y una lección de cómo comunicar con presupuesto 0.
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