blog sobre diseño y comunicación multimedia

viernes, 30 de noviembre de 2007

Seguridad en Windows Live Mail

Curioso el concepto que tienen de seguridad en Microsoft. Esa imagen forma parte de un correo que ha enviado a sus usuarios informando de las mejoras en su servicio de webmail "Windows Live Mail".

Porque, seamos sinceros, ¿quién en su sano juicio protegería a su familia con una cadena y un candado? Quizás en Redmon no sepan que sus usuarios son, mayoritariamente, seres humanos, ¡no bicicletas!

domingo, 25 de noviembre de 2007

Web 2.0

Voy a hablar de algo que me irrita más que una orquesta de tizas chirríando contra una pizarra.

Hace unos años, un empleado de O'Reilly Media acuñó el término "web 2.0" para referirse a la evolución tecnológica y social que experimentaba Internet. Se pasa de tener de méramente un canal unidireccional (empresas, periódicos) a un canal multidireccional y en ambos sentidos (blogs, redes "sociales"). Puede ser fácil para no iniciados explicar que "2.0" expresa que es la continuación de algo ya existente pero, ¿qué pinta entonces el ".0"? Dos motivos: las versiones de las aplicaciones informáticas usan esa nomenclatura ("x.0" para una revisión mayor, y "x.5" para una actualización de lo existente) y, ¡para qué engañarnos!, queda francamente fashion.

La palabra clave en todo esto es "social". La nueva web 2.0 es "la Internet social", en la que el individuo que antes se limitaba a recibir, ahora comparte. ¿Qué comparten? La mayoria cuelga las fotos de su boda en Flickr, sube el vídeo en el que la suegra se cae bailando en la celebración a YouTube y escribe, no sin unas cuantas faltas de ortografía, sobre ese mismo día en su blog enlazando a las citadas imágenes y vídeo. Además, podrá recibir comentarios de sus colegas de oficina, amigos más próximos y... de completos desconocidos (cosas de la web social).

Pero el usuario 2.0 no es tan sólo un exhibicionista, también es un ser altruista que añade, corrige o vandaliza entradas de la Wikipedia en horas de trabajo (o que su trabajo consiste precisamente en eso). Después, mirará su correo mientras Google le ofrece publicidad personalizada basada en los datos analizados de dicho correo.

Sin embargo, la parte que más me escuece es cuando se crea una especie de club del 2.0 basado únicamente en la estética del sitio web. El "look 'n feel 2.0". Los diseñadores gráficos 2.0, carentes de imaginación, han tratado de trasladar la experiencia gráfica de la interfaz de usuario de Mac OS X a la web. Pero con toda traducción se produce una alteración del mensaje. El resultado no ha podido quedar más distorsionado, seguramente debido a la experimentación con alcaloides durante el proceso. Webs con colores hipersaturados, cajas con todas las esquinas redondeadas, chapas de bordes estrellados y el mantra "beta" repetido por doquier. Los programas en estado de desarrollo "beta" han ido acompañados siempre de una advertencia del estilo de "producto no acabado, usar bajo tu propio riesgo". Traducción (puede estar ligeramente distorsionada): no usar a no ser que no te importe perder todo lo que tengas en tu ordenador.

Lo peor de todo esto es que muchas páginas se han limitado a ofrecer más de lo mismo, pero con "una apariencia 2.0". Afortunadamente, los inversores, tras el pinchazo de la primera burbuja de Internet han sido más precavidos y esta vez no se han emocionado y lanzado a comprar humo. Ahora, como en cualquier otro mercado físico, sólo los productos/servicios que merecen la pena son adquiridos. Para mí, Internet no dio su paso a 2.0 con el meme de O'Reilly, sino que maduró tras lo que se aprendió del estallido de las puntocom. Tal punto de inflexión demostró quiénes aportaban a este mundillo realmente y sirve de referencia a quienes quieren introducirse en él.

martes, 20 de noviembre de 2007

Cono! Nuevos dominios .es

Einstein no andaba lejos con su "sólo dos cosas son infinitas: el universo y la estupidez humana". Hoy: un ejemplo aplicado a las direcciones web.

Hace poco se abrió la veda de los dominios ".es" con capacidad de incluir caracteres como la Ñ. Aclarar que tal "innovación" lleva presente en dominios sudamericanos desde hace dos años.

La medida no es más que una soberana tontería, con carácter populista y especulador (aunque se haya tenido que sortear en función de dominios similares existentes anteriormente).

En un ámbito multicultural y con una relativa carencia de usabilidad como Internet, lo que toca es simplificar, no complicar lo que ya de por sí resulta en ocasiones difícil. ¿Quién no ha tenido alguna vez un problema tratando de recordar una dirección web? ¿Nadie ha acabado en una web distinta a la esperada porque un listillo ha registrado un dominio similar al que querías acceder? De hecho, algunas empresas hasta registran posibles dominios similares para redirigir a la dirección correcta (http://www.gooogle.com lleva a Google) para prevenir dicho problema.

Además, si tienes un negocio internacional ¿para qué sirve tener una web con un dominio con una ñ o una tilde (¡incluso ele geminada!) si en los teclados no-españoles es muy difícil acceder a esos caracteres? Obviamente, deberás registrar una versión española del dominio y una versión internacionalmente accesible. Si a eso le sumas la posibilidad de registrar bajo ".es" y ".com" (por no hablar de demás dominios), estarás pagando cuatro veces por una dirección.

Como reza el acrónimo anglosajón: KISS!

jueves, 15 de noviembre de 2007

Lo barato sale caro

Recientemente he estado curioseando por Infojobs para saber cuánto se cotiza y cuánto se exige en trabajos relacionados con mi formación como profesional (Diseñador Industrial, cursando Máster en Aplicaciones Multimedia para Internet).

Si bien la "investigación" no ha sido muy rigurosa, sirven para hacerse una idea. El resultado no ha podido ser más desalentador. Dejando de lado el tema de los sueldos, es muy frustrante que para realizar tareas de diseño (web o gráfico) algunas empresas tan sólo pidan E.S.O. No pienso quejarme del gran intrusismo laboral que sufrimos en mi profesión, pero de ahí a que una empresa solicite (y tenga permitido hacerlo) alguien con una formación tan profunda y sólida como la Secundaria Obligatoria para creaciones de diseño...

Desde que empecé la carrera, siempre renegué del plan de estudios. No obstante, los conocimientos que puede uno adquirir en la Universidad van más allá del temario y son difíciles de obtener por otros medios: concursos creativos, alumnos extranjeros, viajes nacionales e internacionales, experiencias, etc. Un titulado universitario puede aportar mucho gracias a la gran perspectiva que adquiere a la hora de plantear y resolver multitud de situaciones. También debo admitir que hoy en día es muy sencillo obtener una carrera, motivo mayor para exigir como mínimo una para trabajar como diseñador.

Hace unos meses se me consultó sobre precios a la hora de realizar un "diseño de un logotipo". Tras aclarar que lo que en realidad necesitaba era un diseño de imagen corporativa y no sólo el logo, me referí a los precios establecidos en "El valor del diseño" de la Asociación de Diseñadores de la Comunidad Valenciana. Se estipula para una pequeña empresa (este caso) alrededor de 1600€ por imagen corporativa (precios de 2004). Sólo conociendo el precio me dijeron que ni de coña iban a pagarme eso, dándome a entender que no iban a pagar ni la mitad. Total, para cuatro rayas...

Esto no hace más que demostrar la poca visión de futuro que tienen los empresarios. Una imagen corporativa está destinada a durar años (lo mínimo que debería durar una imagen o una marca empieza en 5 años). Renovar una imagen o marca cada poco tiempo es perjudicial para la empresa y sólo es deseable en caso de que quiera relanzarse o darle una segunda juventud. Resumen, una imagen corporativa para una PYME, ¡sale por 320€ al año como mucho!

Existe un chiste que trata sobre una empresa que se detiene toda su línea de producción por culpa de una máquina que no funciona. Llaman al técnico, lo arregla rápidamente y bien y les cobra 1600€. El empresario cambia rápidamente su cara de satisfacción (puede seguir ganando dinero) por una de asombro: "¿1600€ por cambiar un tornillo?". A lo que el técnico le señala en la factura el desglose: tornillo 1€, saber qué tornillo cambiar 1599€.

Por muy romancero que sea, también soy capaz de sintetizar toda esta entrada en una sola frase: "lo barato sale caro" o su similar "la calidad se paga".

lunes, 12 de noviembre de 2007

El fin del cine como ocio social

El otro día fui al cine a ver "Tierra" a los cines Lys (centro de Valencia). Tuve una desagradable experiencia cinematográfica debido al horario (únicamente de tarde). El problema fue que los padres aprovecharon la película para llevar a sus niños al zoo, evitando los malos olores que desprenden los animales por muy monos que sean.

Me parece genial que los padres distraigan a sus nenes con el cine, pero es su obligación y responsabilidad educarlos y evitar que sus graciosas bolitas de carne molesten a los que pagamos casi 6€ por ver una película/documental. Realmente muchas escenas estaban creadas casi a propósito para levantar algún pequeño comentario y/o suspiro. Pero había un padre que, lejos de callar a su locuaz niña, ¡le daba conversación! Sencillamente increíble lo maleducada que puede ser la gente.

Los distribuidores se quejan de que la piratería -en este caso de estrenos cinematográficos- está destruyendo el negocio. Por ello, la industria, en vez de preguntarse cómo facilitar el disfrute del séptimo arte, decide atacar a los usuarios que compran/descargan cine del top-manta/Internet. Con el ataque están cometiendo dos errores, uno de ellos una falta de visión/previsión terrible.

Primero: atacan el objetivo equivocado. No se debe atacar a quien compra una película de estreno que se ve como el culo y se oye como una lata. Deben atacar a esos que se dejan el móvil encendido con sonido, mandar callar a los niñatos, despertar al que ronca (hecho verídico), etc.

Segundo: el cine, como actividad de disfrute social tal y como está planteada hoy en día, está destinada a transformarse. Aquí nada se destruye, sólo se transforma, espero que eso tranquilice a los alarmados cineastas. Pagar 6€ por ver una película que encima luego resulte ser un producto infumable (no hablo de "Tierra") es frustrante y desalentador, no te anima a volver al cine en tiempo hasta asegurarte de que la película será buena. El resultado es un descenso de espectadores en películas no-altamente promocionadas, que no "de calidad".

La metamorfosis de la actividad "ir al cine", tiende a dirigirse a "ver una película" en tu casa. El abaratamiento de los home cinema (un gran televisor de alta definición con altavoces de sonido envolvente), sumado a la posibilidad de comprar una película en DVD a los pocos meses de su estreno hace que merezca ser replanteada la forma de ver cine. Por 3 entradas (18€) tienes un estreno en DVD con extras y demás pijerías. Y por no más de 10€ a veces puedes encontrar estrenos sin extras.

Ejemplo práctico: vas al cine con tu novia (12€); por poco más puedes ver el DVD las veces que quieras. Si encima la ves con más amigos, más amortizada está la inversión. Destacar que tampoco perderás calidad de vídeo o audio (el sonido se volvió mono cuando vi "El buen alemán" de mi querido Clooney. Me faltó nada para pedir la hoja de reclamaciones.)

Las distribuidoras deben plantearse el paso del cinema, al home cinema. Bien eso, o bien instalar un campechano Borbón en cada sala que inste a los maleducados a guardar silencio.

domingo, 4 de noviembre de 2007

Diseño para el usuario

Pregunta típica y recurrente sobre el analfabetismo digital: ¿cuánta gente es capaz de programar su grabador de vídeo? La respuesta suele ser un porcentaje realmente bajo.

Sin embargo, esa pregunta no es más que una falacia, o directamente una majadería. Lo realmente interesante es: "¿cuántos vídeos son fáciles de programar?".

Escoge cualquier mando a distancia de algún electrodoméstico. Verás un abrumadora cantidad de botones, la mayoría de ellos descritos con crípticas siglas rara vez descriptivas. El problema no es que no seas un ignorante sino que la interfaz del producto es ininteligible para toda forma de vida (basada en el carbono o no) ajena a la producción del control remoto.

Hace unos años, Apple Inc. lanzó al mercado de los reproductores MP3 su, ahora, conocidísimo iPod. Todavía hay gente que se pregunta qué es lo que hizo que en un mercado con opciones "mejores" (como mayor capacidad) fuera el iPod el que triunfase. La respuesta es sencilla, fue/es el diseño, su interfaz, la facilidad de comunicación usuario-máquina. Usar un iPod es tan sencillo e intuitivo que, directamente, viene sin instrucciones de uso. No pueden decir lo mismo los grabadores de vídeo VHS o los DVD.

El éxito del iPod es mucho más que fama para la compañía de la manzana, supone un triunfo de la usabilidad sobre la potencia bruta. Y también es un aviso para que las compañías piensen en lo que el usuario quiere y necesita, no en lo que nos quieren vender.

sábado, 3 de noviembre de 2007

El Orfanato

Anoche fui al cine a ver la película que titula esta entrada, incluso tras haberme sido reventado el final. Este apunte es curioso puesto que me lo reventaron mal.

El Orfanato es una producción hueca: un estilo visual espléndido que sobrepasa con creces a un guión muy flojo que va a rebufo de grandes ideas como "Los otros" e incluso "El sexto sentido". Es como un envoltorio precioso que no hace más que esconder un contenido que no está a la altura.

El apadrinamiento del film por parte de Del Toro se deja notar hasta en la tipografía empleada para el rótulo. Comparemos con "El laberinto del Fauno".




Es una película de suspense con sustos previsibles intercalados, lo que hoy en día se da por llamar "de terror". Me hace gracia leer en las notas de producción; se dice en ellas que no es una "película de terror al uso", sin embargo el film de Bayona no es más que una sucesión de tópicos uno detrás de otro. De hecho, logra reunir toda la imaginería del cine "de terror" que he visto:

  • - Escenas de casquería (dos, puestas con calzador). Lo de perder la uña está muy visto, hasta sale en la terrorífica -de lo mala que era- "Ouija". Y el atropello de una furgoneta en pleno casco urbano a 120km/h -à la "Destino Final"- es innecesario puesto que no aporta nada al desarrollo de la historia e incluso la desvirtúa (ya puestos, debería de morir de una forma más "penitente").
  • - Hay un susto de un muerto que no está tan muerto. Nota a todos los directores de cine: esta secuencia está muy manida.
  • - Los típicos susurros que dan mucho miedo -especialmente los yantos de niños.
  • - Después de años sin que pasara nada en la casa, va y a los protagonistas les empiezan a suceder putadas por vivir en dicho lugar maldito. Pese a que ellos sean totalmente inocentes de lo que allí sucediera e incluso traten de ayudar a los espíritus, que no es que sean malvados, es que son unos completos hijos de puta que al final -¡cómo no!- son buenos y hasta dan penita. (Visto más o menos en muchas películas, Poltergeist, The Eye, etc.).
  • - Posibilidad de ver a los muertos por parte de personas "especiales" (El sexto sentido).
  • - Recurren a una médium. Por cierto, como en Poltergeist, sólo las mujeres de avanzada edad y cuestionable estado de conservación pueden poseer la habilidad de ver el más allá.
  • - Calco del plano de "El resplandor" con un infante misterioso al final de un largo pasillo en un hotel/residencia.
  • - Ambigüedad sobre el status de algunos personajes (Los otros, El sexto sentido).
  • - Malo de la película enmascarado (Jason, Scream, etc.)
  • - La protagonista femenina debe lucir teta. Aunque sea una clara influencia del cine de terror adolescente yanki, es tan forzado que llegas a pensar que esos planos/escenas los llega a solicitar Belén Rueda (¡para algo las pagó!). Obviamente, se conserva el puritanismo del otro lado del charco, pero se invita al espectador a dejar fluir su imaginación con una secuencia de camiseta mojada. ¿Es que soy el único que tiene frío cuando llueve?

Por si todo esto fuera poco, en la película no pasa nada -aparte de las putadas ya comentadas en los tópicos- y el final se resuelve de forma tan precipitada que no sabes muy bien qué diablos ha sucedido y acabas recurriendo a pensar que es cosa de magia.

Nota (a la gente que piense que la película no merece esta crítica): pagué 5,30€ y con lo que más me divertí fue escribiendo este texto.

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